La
Casa Calero
El barrio San Martín, en
Riobamba, despierta todas las mañanas bajo la sombra de uno de los edificios
más emblemáticos, conocido como la Casa Calero. Visitantes y turistas que pasan
por el lugar creen estar frente a un castillo por su arquitectura. Aunque la
realidad es completamente diferente.
Esta fábrica, ubicada en las
calles Chile junto al Hospital del Seguro Social, fue una de las primeras en
llegar a la ciudad y, por eso, guarda una gran historia. Su construcción fue
parte de una de las empresas más grandes que iniciaron en los años 20.
Debido al progreso de la
Sultana de Los Andes, generado por el funcionamiento del ferrocarril, varias
personas buscaron invertir en este sitio. Uno de ellos fue Evangelista Calero,
oriundo de Guaranda, quien fundó su compañía en 1923, pero la tenía radicada en
Guayaquil. Sin embargo, un año más tarde decidió trasladarla hasta Riobamba y
fue inaugurada el 28 de octubre de 1924.
En esa época no existían
casas por el sector y la industria pudo ocupar grandes extensiones de terreno.
Además, de que estaba a la vista de la línea férrea y, actualmente, varios
ciudadanos aseguran que se trataba de una hacienda.
Algunos de los zapatos se
fabricaban a mano y en 5 minutos. Luego eran distribuidos en un almacén situado
en las calles Primera Constituyente y Colón, con el letrero del mismo nombre de
la empresa.
El beneficio para la urbe
fue histórico, ya que se empleó a cientos de coterráneos para que laboren en
esta sociedad manufacturera de calzado. Su éxito fue tan grande que los zapatos
Calero se calificaron como los mejores del país. Tanto así que los artesanos
acudían a este sitio para adquirir materiales. La distribución de este
producto, incluso, llegó a exportarse.
Esta fábrica no llegó a los
años 60. Su propietario falleció en 1954 y cerró sus puertas cuatro años
después. La Casa Calero continúa en la parte alta de Riobamba y se la puede
observar, como uno de los recuerdos del tiempo de gloria económica.
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